REFLEXIONES EN TORNO A "LA REGENERACION DEMOCRÁTICA".

 


En el Colectivo de Pensamiento y Debate Crítico Ateneo Republicano hemos estado hoy, 17 de julio, atentos a la comparecencia del presidente Sánchez en el Congreso para exponer las medidas de regeneración democrática que anunció a finales de abril.

Por separado, varios componentes del Colectivo hemos valorado la intervención del Presidente sí como las medidas anunciadas y las hemos puesto en común en torno a unas ideas principales que resumimos a continuación: 

Ángel Viviente, en “Para este viaje no se necesitaban estas alforjas”, escribe:

El resultado ha sido la presentación de unas medidas, nada novedosas por otra parte dado que tan solo siguen la normativa europea, tendentes a mejorar el funcionamiento de los medios, financiación, eliminación de bulos, etc, como si eso fuera lo único y fundamental para esa Regeneración. Esta presentación debería haberse llamado simplemente Ley de Medios”.

En el análisis aportado por Alfonso Bejarano, sin título, leemos lo siguiente:

La verdad es que uno no sabría explicar para qué ha ido el Presidente hoy, como le ha reprochado el portavoz de ERC Gabriel Rufián. Tan sólo a anunciar unas medidas ya acordadas en la UE”.

En su “Decepcionante 17 de julio de Pedro Sánchez” Domingo Sanz mira el reloj y comprueba que “el informativo más escuchado de la radio”, que dura 30 minutos, ha tardado 17 en referirse “por primera vez, a la ‘regeneración’ que esperábamos”.

Por último, Javier Madrazo, sin título, comienza asumiendo que “Tiene razón el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando alerta sobre los peligros que amenazan hoy la democracia y, por eso mismo, probablemente decepcionado comienza el último párrafo afirmando que “En este sentido, mucho me temo que el llamado Plan de Regeneración Democrática, presentado por Pedro Sánchez, no es la respuesta que la ciudadanía esperaba. La política espectáculo, más fuego de artificio que compromisos reales, beneficia al Partido Popular y a VOX, y no contribuye a re-conectar con una sociedad cansada de acumular decepciones y frustraciones”.

Acto seguido, Yeray responde a Javier expresando una decepción que va más allá de Sánchez: “Dudo, Javier, que se pueda recuperar la credibilidad y la confianza ya que en España al menos hace tiempo que desapareció la izquierda política”. 

Volviendo de nuevo a las reflexiones de Ángel Viviente, termina destacando temas “que deberían haberse mencionado, evidenciando al mismo tiempo que se iba a actuar sobre ellos:

  • El funcionamiento de la Justicia, desde la forma en que se accede a la carrera judicial, hasta la composición y elección de sus órganos de gobierno, su administración, los medios de que disponen.

  • La Vivienda, como uno de los mayores problemas sociales

  • La Ley Mordaza

  • La Ley de Secretos Oficiales

  • La LOREG, como base de nuestro funcionamiento democrático

Nada de estos problemas acuciantes, que nos moverían a una auténtica Regeneración Democrática, se han siquiera mencionado.

Sobre el primero de los problemas que Ángel destaca, el de la Justicia, Alfonso Bejarano escribe que “Si es tan “grave” y retorcido el papel de la justicia, hoy hubiera sido el mejor día para anunciar, por ejemplo, un amplio paquete de medidas para reformar la justicia. Lo que el ciudadano quiere son más juzgados, tramitaciones más rápidas de instrucciones, de expedientes, de juicios, de sentencias y sobre todo más recursos (…), una plena digitalización para que el servicio al ciudadano sea ágil y no estar pendientes meses o años de una resolución o sentencia firme. La tramitación de la amnistía o las reformas del delito de sedición o malversación se ha hecho en semanas. La reforma administrativa de la justicia ni se plantea”.

Sanz, por su parte, casi descarta la voluntad de “regeneración” al localizar diferencias notorias en las palabras del propio Sánchez porque, mientras en la carta de abril afirmó que los ataques que sufre son porque representa una “opción política progresista basada en (…) la regeneración democrática”, en el discurso pronunciado en el Congreso le dice que “entre sus 9.191 palabras no aparece ni una sola vez “regeneración”. Incluso el título que has elegido es “Plan de Acción por la Democracia”. 

Para finalizar con la selección de aportaciones compartidas en el Colectivo de Pensamiento y Debate Crítico Ateneo Republicano podría valer la reflexión que Madrazo ha elegido para cerrar la suya: “A la izquierda siempre se le exige más que a la derecha y, por ello, hay que redoblar esfuerzos para convencer con hechos y no con promesas, que no se cumplen. Sumar es un buen ejemplo de un proyecto ambicioso e ilusionante, que por un personalismo malentendido y por falta de generosidad no ha llegado donde debiera. Anuncios como el de la Ley Mordaza y otros, que nunca son lo que parecen, no ayudan a recuperar la credibilidad y la confianza. Aprendamos de estos errores.”

Los escritos completos de cada autor se pueden leer seguidamente. Comenzamos con una cuestión previa al 17 de Julio a  modo de preámbulo para continuar con lo acontecido una vez transcurrido el debate en el Congreso de los Diputados.


Al presidente Sánchez, antes del 17 de julio.

Por Domingo Sanz

Es 17 de julio a las cero horas y estoy enviando esto para publicar en el blog del Colectivo de Pensamiento y Debate Crítico Ateneo Republicano. Por tanto, presidente, de lo que puedas decirnos mañana sobre la regeneración democrática que anunciaste hace dos meses y medio no sé nada, salvo lo de la Ley Mordaza, que no se sabe si será derogación o micro reforma.

Pero también han ocurrido otras cosas y una muy relevante ha sido la ruptura unilateral de los gobiernos autonómicos del PP y Vox ordenada por Abascal. Ojalá que la alegría que expresaste ante la noticia, tan espontánea que hasta parecía políticamente incorrecta, se traduzca en mayor valentía y acierto con las propuestas regeneradoras que tienes en cartera.

La principal conclusión que saco de esta noticia es que la actividad política en una democracia “plena”, incluso aunque se haya degenerado porque de lo contrario no necesitaría “regenerarse”, puede terminar derrotando a los autoritarios, pues consigue que confundan el poder real que tienen, siempre a compartir con terceros, con el que se imaginan, un paraíso extraño y aburrido poblado por robots a sus órdenes.

Muchas de las cosas importantes que ocurren en las democracias, como la ruptura entre PP y Vox, tienen siempre algo que ver con la normativa electoral, pues son resultado de las decisiones de unos políticos cuya cuota de poder parlamentario no es, salvo excepciones, la que les correspondería por los votos depositados en las urnas, sino que nace de la aplicación del “poderoso corrector del excesivo fraccionamiento de las representaciones parlamentarias” que, sin cortarse un pelo, proclamó Adolfo Suárez en el preámbulo del RDL 20/1977 sobre Normas Electorales, preconstitucional por tanto, para favorecer a sus candidatos, pues tenía toda la información que necesitaba para legislar insertando las trampas que da por descontadas la sabiduría popular.

Por ejemplo, en 1977 y 1979 UCD consiguió, en ambos casos, 13 puntos porcentuales más de escaños en el Congreso que los que la voluntad popular le había concedido en las urnas con sus votos. En cambio, el PSOE solo consiguió 5 puntos más, también en ambos casos. Ni con la super tecnológica Inteligencia Artificial hubiera podido mejorarlo.

Pero nos quedaríamos con la mitad de la información de la desigualdad política provocada por el “poderoso corrector” si nos olvidamos de que esos 18 puntos de más que sin merecerlo premiaron a UCD y PSOE sólo pueden explicarse, gracias a la exacta ley de los vasos comunicantes, con el inmerecido castigo de 18 puntos menos que recibieron otras candidaturas.

Un “poderoso corrector”, o, lo que es lo mismo, un “gran tergiversador” de la voluntad popular, cuya eficacia a favor del PSOE mantuvo Felipe González en el articulado de la LOREG de 1985 sin avanzar ni un milímetro en la igualdad de todos los votos en las urnas, a pesar de que no respeta lo establecido en los artículos 14 y 68.1 de una Constitución que había sido aprobada siete años antes.

Por ejemplo, si cada voto hubiera valido lo mismo tras las elecciones de 1982 el PSOE habría tenido que conformarse con 169 escaños en lugar de los 202 que la LOREG le adjudicó. En cambio, el PCE habría conseguido 14 en lugar de 4. Por tanto, no es extraño que González hiciera desaparecer en el preámbulo de su LOREG cualquier referencia al “corrector” de Suárez. A fin de cuentas, tampoco reconoció jamás ser la X de algún delito.

Sin duda, la historia habría sido distinta. Entre otras cosas, los políticos sabrían negociar desde hace décadas y no habría sido necesario que crisis tan graves como la que afectó a la economía mundial a partir de 2008 y la de la movilización en Catalunya por la independencia les obligaran a ello, al aparecer nuevos partidos políticos con apoyo suficiente en las urnas. Como no habían aprendido se tuvieron que repetir las elecciones generales de 2016 y 2019, aunque creo que esas consecuencias son las menos negativas.

Por citar números acumulados de la voluntad popular, hablando de todas las elecciones celebradas al Congreso desde 1977 han sido más de 42.000.000 los votos cuyas siglas han sido tergiversados de entre todos los que se han depositado en las urnas, de tal manera que se han convertido en poder parlamentario de otras candidaturas como resultado del “corrector” de la LOREG, que digo yo que se podría establecer un plazo, siempre previo a la constitución de las Cortes, durante el que los representantes de esos millones de votos podrían negociar para incorporarse a los grupos parlamentarios y así poder aportar lo que representan durante las legislaturas.

Sin duda, los sucesivos Congresos habrían incorporado un abanico más amplio de la sociedad, y no voy a negarlo si me preguntan si lo que acabo de hacer es escribir el borrador de una idea que se podría tener en cuenta para la reforma de la LOREG.  

Con una LOREG que respetara más la igualdad de todos ante las urnas, lo más probable es que la cultura de la negociación y el pacto se habrían instalado con mayor solidez en las filas del PP, por lo que en ese partido habría más mano izquierda, que no “zurda”, y quizás los que salieran de sus filas para organizar Vox u otras ultraderechas no habrían tenido tantos seguidores.

Pero lo cierto es que no albergo excesivas ilusiones sobre lo de mejorar la legislación electoral dentro del programa regenerador, pues son como las normas del juego y todos sabemos que la mayoría de los entretenimientos se juegan de la misma forma desde hace siglos.

Tanta inamovilidad legislativa de alto nivel tiene su expresión más notable en una Constitución del 78 que parece escrita sobre un empedrado, también por lo mucho que ha sido pisoteada, por lo que son tantas y tan importantes las reformas que podrían proporcionar credibilidad a la regeneración democrática anunciada, que la conclusión que saco es que el plan debe ser más ambicioso.

Con una derecha dividida y enfrentada es probable que lo mejor sea tirar por la calle de enmedio, como se suele decir, y convocar a todos los partidos políticos que quieran implicarse en el objetivo de unas elecciones llamadas a plantearse la reforma de la Constitución como tarea principal de las Cortes que puedan salir de esas urnas, porque solo estando en el Gobierno es posible tomar y ejecutar las decisiones necesarias para asegurar el éxito de tal “empresa”.

Son demasiadas las actividades más normales del funcionamiento democrático que sufren retrasos y bloqueos, desde las renovaciones de cargos en el poder judicial hasta la financiación territorial, por citar las dos que más páginas ocupan últimamente, que nos hacen pensar en el riesgo de que podemos estar en medio de un fallo del sistema que podría desembocar en una situación imposible de controlar.

Ya termino.

Tú mismo, presidente, has manifestado preocupación por las mentiras y los bulos que se publican en los medios de comunicación. Por eso, para finalizar he elegido un titular que leí ayer en OK Diario:

Ofensiva del PP para que Moncloa aclare la compra de 3 bicicletas a Barrabés: ‘¿A quién van destinadas?’”.

Como esta clase de medios suelen decir la verdad cuando cuentan las hazañas de los suyos en sus estrategias para destruir al adversario, el odiado Sánchez en este caso, de esta “noticia” deduzco que los mismos autoritarios que sienten que la sola práctica de la democracia les va derrotando y no pueden organizar golpes de Estado y otras violencias para conquistar el poder, deciden abusar de la libertad de prensa para dañar la confianza que una parte de la sociedad, en este caso los ciclistas, supongo, pueda tener en el Gobierno. Y ni siquiera se paran a pensar si están haciendo el ridículo.

O puede que en esta ocasión se trate de un chiste y los de Eduardo Inda lo han colocado en la sección equivocada.

En cualquier caso, ¿no te parece que la batalla información/desinformación se debe librar únicamente en el territorio de los medios?

 


Decepcionante 17 de julio de Pedro Sánchez.

Por Domingo Sanz

 

Son las 14:47 del 17 de julio y es ahora, cuando el informativo más escuchado de la radio se refiere, por primera vez, a la “regeneración” que esperábamos durante tu intervención en el Congreso de esta mañana.

Ante el poco interés por tu discurso demostrado por una emisora como la SER, solo me falta saber si rebajar expectativas ha sido una estrategia porque, o bien no quieres regenerar nada, o lo que pretendes es controlar el ritmo de apariciones en escena de las ideas que el 24 de abril te inundaron la cabeza como si fueran un aguacero de reformas.

 De las 1.050 palabras de aquella carta he seleccionado el párrafo en el que comenzabas diciendo que “Soy consciente de que denuncian a Begoña (…) por ser mi esposa” y finalizaste afirmando que los ataques que sufres son porque representas, “una opción política progresista (…) basada en el avance económico, la justicia social y la regeneración democrática”.

 

Pedro Sánchez

Desde aquel día la palabra “regeneración” se convirtió en el hilo conductor de muchas reflexiones compartidas, públicas y privadas, y quizás millones imaginaron una democracia mejor gracias a las expectativas que creaste.

 Pero he localizado tu discurso de hoy y entre sus 9.191 palabras no aparece ni una sola vez “regeneración”. Incluso el título que has elegido es “Plan de Acción por la Democracia”, aunque algún rebelde de TVE seguía titulando las frases escogidas con “regeneración”.

 Deduzco que aquel día de abril sí fuiste tú mismo y, convencido de que había que “regenerar”, no tomaste la precaución de visitar la RAE por si ese verbo no rimara bien con “plena”, un piropo este que, en cambio, sí has incluido cinco veces en tú discurso de hoy, pero del que te olvidaste en la carta.

 Lo siento de verdad.

 


Ésto no es la regeneración.

Por Alfonso Bejarano


Con cierta expectación estábamos esperando las medidas de “regeneración democrática” que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,  iba a anunciar en el Congreso de los Diputados en el día de hoy.

Y la verdad es que uno no sabría explicar para qué ha ido el Presidente hoy , como le ha reprochado el portavoz de ERC  Gabriel Rufián. Tan sólo a anunciar unas medidas ya acordadas en la UE.

Hablando de supuestos bulos: A modo de prólogo, ayer nos desayunáramos con el anuncio  de la Vicepresidenta del Gobierno Yolanda Diaz ( Vicepresidenta del Gobierno, subrayo) de la derogación de la Ley Mordaza, anuncio que como se ha podido comprobar no se ajustaba a la realidad. Hoy quienes anuncian medidas falsas aplaudían la necesidad de combatirlas.

Si ésto fue en el desayuno, cerramos el día con la decisión del Tribunal Constitucional de anular las condenas de Manuel Chaves y José Antonio Griñán por el llamado caso ERE de Andalucía. Curiosa forma de ejercer el “lawfare” por parte de los jueces hacia una parte de la clase política que usa el victimismo para ganar adeptos a través de argumentaciones que, de no demostrarse, también podría considerarse bulos hacia el poder judicial. Y todo ello con precedentes tan cercanos  porque quien anuncia medidas de regeneración, ha reformado leyes eliminando el delito de sedición , reformando el de malversación o adjudicando una amnistía por táctica electoral y con participación de los afectados.

Si es tan “grave” y retorcida el papel de la justicia, hoy hubiera sido el mejor día anunciar, por ejemplo, un amplio paquete de medidas para reformar la justicia. Lo que el ciudadano quiere son más juzgados, tramitaciones más rápidas de instrucciones, de expedientes, de juicios, de  sentencias y sobre todo más recursos. Más juzgados, más medios , más personal, una plena digitalización para que el servicio al ciudadano sea ágil y no estar pendientes meses o años de una resolución o sentencia firme. La tramitación de la amnistía o las reformas del delito de sedición o malversación se ha hecho en semanas. La reforma administrativa de la justicia ni se plantea.

Pero eso no se ha hablado hoy, en esta mañana de Julio donde el 30% de la población no puede irse de vacaciones, donde seguimos ocupando unos de los primeros lugres en pobreza infantil, donde la turistificación ha llegado a expulsar a miles de familias de las ciudades, donde el acceso a la vivienda es prohibitivo, cuando mucha gente ha cambiado el aceite de oliva por el de girasol porque no llega, donde el deterioro del estado de bienestar , educación, sanidad, atención social cada vez es mayor . Los problemas reales no se vuelven a abordar por nuestros representantes y eso afecta a la democracia y al sentido de utilidad por el que o perciben millones de personas.

Regenerar la democracia a lo mejor debería ser eso y están contribuyendo a lo contrario. Cualquier paso en falso contribuye más al desprestigio de nuestras instituciones y de la democracia y crea una peligrosa desafección con consecuencias ya vistas en muchos lugares de Europa.  




Más hechos y menos fuego de artificio

 Por Javier Madrazo


Tiene razón el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando alerta sobre los peligros que amenazan hoy la democracia, entendida como un régimen garantista de libertades y derechos, justicia e igualdad, que debe velar por el bienestar de la ciudadanía, escuchar su voz y responder a sus demandas. Valores y principios que han sido seña de identidad de la izquierda progresista están hoy cuestionados por el auge de una extrema derecha, populista, radical y sin más límite que su ambición por imponer un discurso basado en el odio,  el fanatismo, la manipulación y la mentira. Juegan con ventaja: no tienen ningún complejo. Son antifeministas, no condenan la violencia de género, repudian el movimiento LGTBI+, rechazan a las personas inmigrantes e incluso hay quienes se confiesan seguidores del pensamiento nazi y añoran los tiempos de Franco, Mussolini y Hitler.

Congreso de los Diputados

La pregunta resulta obvia: cómo es posible que alguien en su sano juicio pueda reivindicar públicamente, desde una tribuna o un supuesto medio de comunicación, semejantes postulados que, en realidad, constituyen a todas luces un delito? Acaso no son conscientes de que atentan contra la convivencia y potencian el enfrentamiento y la confrontacion?  No les preocupa que sus mensajes dejen herida de muerte la democracia, la soberanía popular y las conquistas sociales que han requerido años de lucha y movilización?  Podemos concluir que Trump, Putin, Netanyahu, Orbán, Le Pen, Meloni o Abascal son, cuando menos, muy malas personas, con pésimos sentimientos, peores ideas y capaces de las más terribles fechorías. Sin embargo, la realidad es aún más grave: representan la cara visible de un movimiento organizado -el poder en la sombra- con una misión clara: imponer un nuevo modelo de dictadura global que dirija el mundo sin admitir ni oposición ni réplica.

Desde la izquierda debemos reflexionar con rigor y plantearnos una cuestión urgente para saber cómo actuar en el corto plazo:  por qué personas comunes, en su mayoría buena gente, trabajadora, solidaria, cae en las redes del pensamiento de una extrema derecha que se sirve de su impotencia, desafecto e insatisfacción  en beneficio propio? Es en este punto en el que la izquierda ha de hacer más pronto que tarde  una autocrítica profunda. Sabemos que quienes apuestan por la bandera del populismo y la tergiversación son mentes totalitarias, sin escrúpulos, miserables, hay de decirlo alto, pero quienes les votan, en su mayoría, no lo son. Solo desean mejorar su calidad de vida, disfrutar de un bienestar merecido, que sus hijas e hijos tengan un futuro esperanzador, un empleo digno, un salario justo, una vivienda asequible... Y quien de verdad se preocupa por estas aspiraciones  es la izquierda, a la que no votan; nunca la extrema derecha, a la que sí dan su confianza. Es evidente que nos queda mucho trabajo por hacer. Y, tal vez, deberíamos empezar por ignorarles, restarles protagonismo, que es lo que necesitan para crecer, y hacer política con mayúsculas, pensando en las personas y en sus sueños.

En este sentido, mucho me temo que el llamado Plan de Regeneración Democrática, presentado por Pedro Sánchez,  no es la respuesta que la ciudadanía esperaba. La política espectáculo, más fuego de artificio que compromisos reales, beneficia al Partido Popular y a VOX,  y no contribuye a re-conectar con una sociedad cansada de acumular decepciones y frustraciones. A la izquierda siempre se le exige más que a la derecha y, por ello, hay que redoblar esfuerzos para convencer con hechos y no con promesas, que no se cumplen. Sumar es un buen ejemplo de un proyecto ambicioso e ilusionante, que por un personalismo malentendido y por falta de generosidad no ha llegado donde debiera. Anuncios como el de la Ley Mordaza y otros, que nunca son lo que parecen, no ayudan a recuperar la credibilidad y la confianza. Aprendamos de estos errores.

 


Para este viaje no se necesitaban estas alforjas

Por Ángel Viviente



Se nos anunció para hoy (17/7/2024) una presentación, por parte del presidente del Gobierno, de un conjunto de medidas tendentes a lo que él denominó Regeneración Democrática.

El resultado ha sido la presentación de unas medidas, nada novedosas por otra parte dado que tan solo siguen la normativa europea, tendentes a mejorar el funcionamiento de los medios, financiación, eliminación de bulos, etc, como si eso fuera lo único y fundamental para esa Regeneración. Esta presentación debería haberse llamado simplemente Ley de Medios.

Indudablemente en este tema hay que adoptar medidas, pero lo que no entra en la cabeza es que no se abordaran, aunque tan solo fueran punteándolas, medidas, propuesta de Ley, etc para llegar a una democracia real, desmontando y actuando sobre aquellos temas, muchos de ellos herederos del franquismo, que no se han tocado desde el nacimiento de esta democracia.

El que las desinformaciones y bulos tengan el calado que tienen en la sociedad, movidas por intereses espurios, encuentren caldo de cultivo en una actitud de descontento de muchos sectores de la sociedad, es debido a la situación actual en muchas de nuestras leyes y que se derivan de unos contenidos en dichas leyes y normas que no responden a la situación real del país.

Algunos ejemplos, entre otros, que deberían haberse mencionado, evidenciando al mismo tiempo que se iba a actuar sobre ellos:

·  El funcionamiento de la Justicia, desde la forma en que se accede a la carrera judicial, hasta la composición y elección de sus órganos de gobierno, su administración, los medios de que disponen.

·  La Vivienda, como uno de los mayores problemas sociales

·  La Ley Mordaza

·  La Ley de Secretos Oficiales

·  La LOREG, como base de nuestro funcionamiento democrático

Nada de estos problemas acuciantes, que nos moverían a una auténtica Regeneración Democrática, se han siquiera mencionado.

 

 

 Colectivo de Pensamiento y Debate Crítico Ateneo Republicano 

 

 

 

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